LA OBRA
Un Encuentro con Cervantes nace de la idea de festejar el 400 aniversario del fallecimiento de la figura más ilustre de las letras españolas, Don Miguel de Cervantes. Ante tal empresa, lo primero que tuvimos claro era que queríamos huir de todo el academicismo y pomposidad que a veces ha rodeado la figura del gran escritor; nos apetecía homenajearlo, celebrarlo por todo lo alto: no apetecía hacer teatro.
Queríamos crear un espectáculo vivo a través de un lenguaje directo y sencillo cuyo eje central fuera la conexión con el público, para desde ahí, dar la posibilidad a los espectadores de encontrarse con el escritor y crear un vínculo especial entre ambos sin renunciar al humor y al carácter festivo que toda buena celebración debe tener: porque no se nos ocurre otra mejor manera de festejar esta efeméride que desde la libertad y la creatividad que permiten las tablas de un teatro.
Sin perder de vista la rigurosidad histórica sobre su biografía o su extensa producción literaria, Un Encuentro con Cervantes es una peripecia que permite al público asistir al momento en el que Cervantes está a punto de terminar la que sería a la postre su gran creación, Don Quijote de la Mancha. Conocerán así de primera mano los pormenores de cómo se fraguó la novela y serán cómplices de la ilusión del escritor al ver terminada su gran obra.
Pero la realidad teatral permite que ocurran momentos maravillosos, apareciendo de forma inesperada el mismísimo Don Quijote de la Mancha, un caballero andante poco afortunado y harto de que lo tomen por loco, desesperado por encontrarse con su creador y tener por fin la conversación que nunca pudieron tener. Y como en toda buena novela caballeresca que se precie, no podíamos olvidar un buen equivoco, una intensa escena de lucha, una bella dama y la ayuda inestimable de un fiel escudero.
El resultado es un divertido y vibrante encuentro lleno de aventuras, emociones y confidencias; un acercamiento al universo Cervantino para homenajear al gran escritor y a todos los grandes locos de la vida que todavía hoy creen en ideales tan utópicos en nuestra sociedad como la libertad o la justicia.
